Por: Johanna Zamorano, Arquitecta y Gerente de Captación de AGS Visión Inmobiliaria
Sin duda la inserción de la mujer en las actividades productivas y empresariales ha ido progresando y evolucionando en las últimas décadas. Sin embargo, la crisis ocasionada por el COVID y la actual recesión económica, ha impactado negativamente en la ocupación de la fuerza femenina en Chile.
Por esto y otras razones, tenemos una tarea importante aún por avanzar para generar espacios de trabajos más equitativos, que incorporen talento femenino en sectores laborales que comúnmente son “ocupados” por hombres y en los que podemos generar un gran aporte, complementando a la industria con las habilidades necesarias para adaptarse mejor a los nuevos tiempos que exigen cada vez más resiliencia, flexibilidad, creatividad y compromiso, que son valores que las mujeres prestamos de mejor manera.
El sector inmobiliario siempre se ha visto representado como un rubro de fuerza y poder, por ello se asocia a lo masculino. Empero, son cada vez más las mujeres que han ocupado estos cargos y han demostrado tener un excelente desempeño en liderar equipos de manera positiva; suscitar mayor compromiso con sus colaboradores y clientes; lograr mayores metas comerciales; generar innovaciones en diseño, así como aportar nuevas ideas y soluciones, que van de la mano con la celeridad que exigen los cambios en la industria.
De esta manera, sólo en los últimos dos años se originaron nuevas formas de habitar los espacios, la tecnología va apropiándose de nuevas áreas en la que debemos actualizarnos periódicamente, las formas constructivas van adaptándose a una mayor sostenibilidad de la industria, en incluso, la forma de relacionarnos con nuestros clientes y colaboradores ha mutado.
Aquí las mujeres tenemos mucho que ofrecer a la industria inmobiliaria, poniendo a disposición todas nuestras habilidades. Cada vez son más las mujeres que se especializan en sus diferentes áreas, especialmente en cargos de liderazgo, gerenciales y directivos, donde aún existe una gran brecha de inequidad laboral.
Iniciativas como MI Comunidad son excelentes plataformas, que realizadas por mujeres para mujeres, puedan influir de manera positiva al ingreso de nueva fuerza laboral femenina al rubro inmobiliario y de la construcción.
Este tipo de instancias abre espacio a mujeres en liderazgos que ayudan a romper paradigmas de cómo las cosas siempre se han hecho e incorporar nuevas visiones en todos los ámbitos del rubro. Así, todo evidencia que en una industria tan tradicional, somos el complemento necesario para alcanzar las transformaciones requeridas por una sociedad en constante transformación.
Columna publicada en El Diario Inmobiliario
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